martes, 19 de febrero de 2008

Melancolia

Tiene un gusto indefinido, como la absenta, pero nunca pasa inadvertida. Hoy es uno de esos dias en los que se deja ver.
Aparece entre ramas de arboles que, desnudas, se dejan adornar por multitud de minimas gotas, en mojados caminos, en ciudades perdidas, flotando entre brumas sobre aguas dormidas, entre adoquines gastados de calles ancianas o por la ventana del claustro que celoso guarda antiguos secretos en crugiente pergamino. Suena como el murmullo del bosque, como el canto de un hada, como el sueño de un duende.
Esa es mi melancolia. No es mala compañia, aunque tiende a ser absorbente. Invita, gentilmente, a su alejada morada campestre, alli la calida luz del fuego te conforta con su abrigo y no quieres escapar. Cautiverio voluntario de etereos muros musicales.

4 comentarios:

Fuego Verde dijo...

Melancolia es la que se siente al no poder estar cerca de todas esas cosas de las que hablas que son en definitiva la vida.
En lugar de estar en contacto con la tierra y los meteoros, estamos encerrados en moles de cemento sin ventanas, haciendo labores alienantes para el beneficio de otros a cambio de lo justo para comer y tener un techo las pocas horas que no estamos alli. La esencia del ser humano se retuerce en su encierro y crea estados alterados de tristeza.

Hada dijo...

Tines toda la razon, Fuego verde. El tipo de vida que nos impone el sistema conduce a una profunda infelicidad. El problema esta en que no hay un contrapunto, a este sistema. Si que existe una corriente de pensamiento que aboga por la vida natural y por los valores esenciales, que sabe estblecer otras prioridades (os invito a visionar la historia: "el hombre que plantaba arboles" Teneis el enlace al pie de la pagina principal del blog) La dificultad esta en posicionar estas tendencias frente a los intereses economicos actuales, cuya finalidad es maximizar beneficio a corto plazo sin tener en cuenta la sostenibilidad de los procedimientos empleados para lograrlo. Habria mucho que hablar al respecto...

Anónimo dijo...

El riesgo es la mecha que puede hacer explotar este mundo, lleno de sinsentdos de cemento.
Apostar por el cambio, hacerse dueño cada uno de su profesión como autónomo y controlar la ética. Cambiar los valores del casposo empresario español tipo, por los valores de el individuo que con su trabajo aporta satisfacción así mismo y a quien le contrata.
Aboguemos por hacer de nuestro país algo menos ruidoso estresante y decepcionante, tomemos modelos que ya funcionan como el finlandés.
Redistribuyamos los puestos de trabajo, el empresario casposo al andamio, el sábio a la escuela a enseñar, el mediocre de taquillero en un cine y el profesional preparado con un buen respaldo social a dominar el país...
No? Hada acaramelada...

Hada dijo...

Claro que si, amigo anonimo. Estoy de acuerdo en casi todo lo que dices, pero se me antoja una tarea casi imposible en un pais como este. Me siento capaz de muchas cosas, pero de reeducar al ciudadano medio español, no. Finalmente me doy por vencida ante semejante tarea. De hecho he empezado a pensar en escapar a un pais donde las personas sean eso, "personas" con modos y costumbres más afines a mi pensamiento.