viernes, 16 de mayo de 2008

El futuro

Es el futuro una carta que nos toca en la partida de la vida, o por el contrario es algo que nace de nuestras propias decisiones? 
Casi siempre nuestras decisiones estan determinadas por las posibilidades que aparecen en nuestro camino, por lo tanto, también determinadas por el capricho del destino. Tal vez optar por decisiones que pretendan alcanzar objetivos improbables, nos desviaría del camino que se nos asigna, pero.... quiza, para llegar al mismo final? 
Entonces, nacemos con un futuro asignado indefectiblemente? en ese caso, nuestra esencia obra y decide de forma predeterminada para cumplir su destino?
A veces creemos intuir hacia donde nos dirigimos, por los indicios del momento y actuamos entonces a favor o en contra de esa intuición, pero, altera eso la ultima parada o solo configura el recorrido?

Despues de todo creo que estamos predestinados, aunque tambien creo que podemos decidir como vivir nuestra vida, podemos elegir el camino. Me conforta pensarlo asi.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El futuro no es nada, los objetivos, para los de a pie, grilletes, lastre. Sin ellos es dificil soportar la existencia vacia, pero otra forma de verlo para mi es engaño.Nos venden los objetivos que tenemos que tener, nos obligan a "desear" como manejo para que funcionemos con dinamismo, la verdad, como siempre, esta en manos de unos pocos locos.

Fuego Verde dijo...

Callejeando con capa y espada entre piedras renegridas y maullidos de gatos, buscaba una razon y un raro y desconocido tesoro que iluminara el camino de un fin mayor. Cansada, pare ante el bazar oscuro de un viajante, iluminado con faroles abigarrados de arabescos y rojizas luces, sonaban extraños instrumentos musicales. La mayor parte de los objetos eran renegridas joyas, que contaban su historia seguras de no ser escuchadas, el olor a mirra y a madera humeda del sotano creo el escenario, alli en su guarida estaba el extraño genio malvado de oscuros ojos azules. Tras el, dos tunicas parlantes me pidieron ser rescatadas,sedosas, luminosas, me prometian paisajes floridos y calidos atardeceres entre las celosias de un palacio del bosforo. Ofreci unas monedas por ellas al oscuro ser que acepto receloso de no saber bien el valor de lo que me llevaba al ver el brillo en mis ojos, sali de alli presurosa con el botin, en la oscuridad de un callejon senti unos pasos que me seguian, me volvi y solo vi niebla. Seguro que volvere por alli.